Publicado por primera vez en 1952, "El camino" de Luce Fabbri puede servirnos, nuevamente hoy, para orientar nuestros pasos en un paisaje cargado de amenazas. El tiempo fue mostrando el acierto de sus interpretaciones y la vigencia de sus proposiciones teóricas. Es cada vez más evidente que desbrozar el camino, en aras de un cambio social fijado en la libertad y la solidaridad, exige una coherencia de medios y fines. Y desde su arranque deberá mantener clara la conciencia de que el presente es siempre más vivo que cualquier futuro, ya que este último no puede pensarse como un punto fijo y distante históricamente determinado.
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