Cuando el capitalismo, los Estados y todo en Occidente se adentra, paso a paso, en su mayor crisis de los últimos 500 años, ¿qué sentido tiene la teorética decrecentista, creada para tiempos de prosperidad económica y bienestar material? El libro que tienes en las manos, sin negarle al decrecimiento algún aspecto positivo, va mucho más allá, formulando una interpretación, proyecto medioambiental y programa que sustituye las inofensivas recetas reformadoras de S. Latouche por una concepción holística de revolución integral. En los tiempos que corren sobran narcóticos espirituales, infantilismo y escapismos. Necesitamos con urgencia de la verdad concreta-finita para abordar con efectividad los problemas de un tiempo cargado de angustias, sí, pero también de muy reales esperanzas de revolución.
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